SER NIÑO

¿hemos perdido nuestro «niño interior»? 

Y si…… al modo que vivimos se nota a las claras que hemos olvidado completamente «aquel» que verdaderamente somos. Hemos confundido la tan mentada «madurez psicológica» con la degradación mental y emocional. Porque ser un compendio de información, rutina, obligaciones, roles y creencias es verdaderamente caer en la degradación.

 Algunos también confunden el «Ser niño»; con el ser endeble, inmaduro, pequeño, débil y dependiente.

 

Sin embargo; los niños son los seres más independientes que existen -además de los animales y la naturaleza en general-; aunque opinemos lo contrario. Quizás nosotros dañamos a los animales y a la naturaleza, pero ella se arregla para regenerarse y recrearse creativamente, en las mismas o en otras formas -a pesar de la supuesta pasividad que aparenta-.

 Encontrar o reencontrar al niño interno es «recordar» quien somos en esencia. 

Somos Seres energéticos; estamos hechos de «sutiles» vibraciones; nuestro tiempo es la «eternidad» y el espacio que ocupamos es «infinito». La limitada historia que nos cuentan y nos contamos dia tras dia nos hace caer en un «sueño» hipnótico en el cual repetimos siempre los mismos personajes, las mismas historias y vivimos limitados por nuestros sistemas de creencias y nuestros «emplastos» emocionales. 

Ser niño es ser curioso, ingenuo, intrépido, abierto, sin juicio, sin culpa, respetuoso, creativo y solidario.

Quizás en nuestros tiempos hay muchos «niños» en edad cronológica que ya hayan perdido o desvanecido todas estas virtudes; pero a no lamentarse porque ¡todos podemos recordar quien somos en esencia.!

 Recordar es no dejar de crecer nunca; los adultos están cristalizados. 

 Recordar implica «tocar» la cuerda mágica de la creatividad infinita. 

 Recordar es vivir con entusiasmo, sin juicio, sin culpa y sin presión. Los adultos han perdido el «recuerdo» de quienes son y por eso están envejeciendo.

Recordar es «sentir» a todos y a todo; porque el Alma espiritual es en esencia «sensible».

 

 

 Ser adulto o Ser niño; no depende de tu edad cronológica; sino de tu capacidad para conectarte con tu Alma.

 La edad cronológica a la que tanta importancia se le da; es sólo una «pátina» de este mundo de superficie hecho de tres dimensiones -o cuatro-; en el cual creemos que somos algo o alguien. 

Solo somos «reales y verdaderos» en conexión profunda con el mundo energético-espiritual; lo demás es sólo experiencia. 





Conecta con tu corazón espiritual; en el centro del pecho, cerca o justo en el lugar de la glándula Timo. Vive la vida con creatividad, solidaridad -porque dando es como se recibe-, respeta a todos y a todo. Vive sin juicio y sin culpa pero no seas cómplice con el delito. 

Se alegre y saborea la vida; concentra tu atención cuando sea necesario y distráela para descubrir con abierta curiosidad; el mundo nuevo y cambiante que te despierta cada día.

Ama a todo y a todos; y deja fluir la energía – no presiones-.

 Si haces todo esto; inevitablemente te conectarás con tu REAL SER Y TU ESENCIA. 

                          SER NIÑO ES SER ENERGÍA ESPIRITUALY PULSAR CON EL UNIVERSO

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